Rubén está llevando a cabo un voluntariado dentro del Cuerpo Europeo de Solidaridad en una población del noreste de Italia, Rivignano. Comenzó en mayo y estará allí siete meses. Esto es lo que nos relata sobre el comienzo de su experiencia:
Cuando ‘la vita é bella’
La vida es bella, esa gran obra de arte de Benigni, que nos enseña entre tantas cosas, a ver la luz con los ojos de un niño, a sonreír, incluso en la más profunda oscuridad y tristeza.
Cuando decidí lanzarme a hacer este voluntariado no me encontraba en mi mejor momento, por lo que lanzarme era un poco arriesgado. Aún recuerdo hablar con amigxs que me decían muchas frases tipo «bueno, si no te gusta, puedes volver». Aunque también recuerdo buenos consejos de su parte, como «si escribes una misma historia 100 veces, 100 veces leerás el mismo final». Y no podía ser más verdad…
Todo fue un impulso, estaba claro. Tocaba escribir una historia diferente, nueva y, por qué no, iniciarla en otro país. Así pues, busqué, a través del Cuerpo Europeo de Solidaridad (CES) y, sobre todo, con la ayuda de la genial oficina Europa Joven Madrid (Yuki forever). Y encontré a Gaia Terra, una maravillosa asociación —eco-village, para ser exactos— en Italia, cerca de Udine, que os recomiendo visitar y de la que hablaré a continuación.
Recuerdo el día que llegué a Italia y, sobre todo, los nervios que llevaba encima. Pero yo me repetía una cosa: «Rubén, toca ser valiente». Porque que nunca es tarde… ¡¡Absolutamente para nada!!
Así fue como llegue a Gaia Terra, donde me esperaba un gran recibimiento, casi como si ya fuera parte de la familia. Pero, es que en verdad, como a los días confirmé, estaba con una gran y maravillosa familia. Aunque de vez en cuando haya cambios en una parte de ella, de gente que se va y otra que llega, eso no la rompe, como se podría pensar; sólo la hace más y más grande y fuerte, siempre con «mamá Débora» al mando.
El punto de inflexión en mi llegada fue la llegada de Stephanie, mi compañera chipriota de proyecto, y la principessa de Gaia Terra. Su amistad, su alegría y su forma de ser hacen que brille el sol, incluso cuando llueve. Conocerla es de las mejores cosas, incluso la mejor que me ha podido pasar. Ahora recién han llegado Anna y Emilia, 2 voluntarias alemanas del mismo proyecto, con muy buena vibra, y con las que seguro compartiremos también buenos momentos.
Pero volvamos a Gaia Terra, donde impulsamos el bienestar entre la comunidad que la formamos, haciendo entre otras cosas actividades en grupo: baile, meditación, círculos emocionales, de decisión, tareas de casa… En Gaia todos tenemos la misma voz y la misma importancia, por lo que cuidarnos, cuidar de los demás, organizar juntos las tareas, los eventos, es súper importante. Pero, también fomentamos otro tipo de bienestar: ¡¡el bienestar ambiental!!
¿Cómo lo hacemos? Auto-produciendo lo que necesitamos —o una gran parte de ello—, organizando cada semana eventos de diferentes temáticas, y dando ejemplo cada día. La comida es vegana; aunque era uno de mis miedos, puedo decir que me siento orgulloso de haber encontrado otra forma de alimentación, respetuosa a la vez que deliciosa. De hecho, una de de las tareas que hago y más me gusta es estar en cocina: ¡¡he pasado de apenas pisar la cocina a ser casi un chef vegano!!
Pero hacemos muchas cosas más: realizamos gran variedad de jabones, elaboramos bebidas probióticas con base de plantas, usamos la hierba seca para la construcción de nuevos muros que darán lugar a nuevos espacios… En nuestro hogar apenas entra plástico. Hasta el papel de baño estamos en proceso de eliminarlo completamente. Y cada día pensamos y hacemos nuevas cosas, siempre bajo los ideales de dejar un mundo mejor, y del que, ahora más que nunca, adoro formar parte.
De mi experiencia estos meses, me quedo con la enorme cantidad de personas maravillosas que he conocido, con los momentos y experiencias inolvidables que he compartido con ellas, y con todo lo que me han aportado y que también he podido aportar. ¡¡Todo para crecer y aprender un poco más cada día!!
¡¡Vamos, que todo esto solo es el principio!! AHOO!!
Para saber más acerca de cómo tener una experiencia de voluntariado como la de Rubén en otro país europeo, envía un correo a madrid@europajoven.org y/o llama al 91 535 34 56.
