Violeta está realizando un voluntariado dentro del Cuerpo Europeo de Solidaridad en Belfast, Norte de Irlanda. Comenzó en septiembre de 2019 y estará allí hasta agosto de 2020.
Su proyecto es un albergue de personas sin hogar con problemas de adicciones. Sus tareas van desde pasar tiempo de calidad con las personas usuarias hasta programar actividades de ocio (fiestas temáticas, quizzes, bingos, puzzles, salidas al cine, a museos, talleres de igualdad, música, pintura…).
Mi experiencia de voluntariado en Belfast (Irlanda)
Esto es lo que nos cuenta en relación a sus vivencias en el extranjero:
Me describo como…
Una persona altruista y alegre.
¿Por qué decidí hacer un voluntariado en Europa?
Porque creo que es una buena forma de mejorar mi inglés, acercarme a otras culturas, conocer gente nueva, ganar experiencia en mi campo laboral y aprender nuevas habilidades.
El principal aprendizaje hasta ahora ha sido…
La paciencia, aprender que las cosas rara vez salen como las planeas por mucho que programes, que lo más importante es estar ahí para los usuarios y que te encuentren cuando te necesitan.
He aprendido a trabajar «uno a uno’’ en lugar de en grupos, lo cual funciona mucho mejor, ya que son personas adultas cuyos intereses suelen ser completamente diferentes, además son personas cuya confianza está muy dañada, por lo que es difícil profundizar con ellos cuando estás en grupo.
La mayor contribución que he hecho a la comunidad en la que estoy es…
Escuchar y acompañar a personas que necesitan apoyo y alguien con quien hablar.
Mi primera impresión del centro donde desarrollo mi actividad fue…
Me pareció un centro triste, el color de las paredes me recordaba a un hospital, el personal no se volcaba demasiado con los usuarios y estos no estaban dispuestos a colaborar en ninguna actividad.
¿Algo sorprendente/gracioso/llamativo sobre la cultura del país en el que estás?
En Irlanda del Norte han estado durante muchos años en guerra y muchas partes de la ciudad siguen divididas. Hay barrios con personas de distintas ideologías y nadie habla abiertamente de la guerra. Esto ha dejado muchas secuelas en la comunidad norirlandesa. Muchos de los usuarios con los que yo trabajo tienen problemas psicológicos y han desarrollado sus adicciones a causa de esta guerra.