Silvia lleva ya tres meses realizando su proyecto dentro del Cuerpo Europeo de Solidaridad en Macerata, Marche (Italia). Su organización de acogida es ARCS Arci Culture Solidali, y su proyecto Youthquake II – Resilience Paths. Comenzó el 19 de julio de este año, y volverá a España el 19 de marzo de 2022, su proyecto durará 8 meses en total.
Silvia está haciendo su proyecto en una biblioteca donde se dedica principalmente a la atención al público, a la catalogación de libros y a la participación en los eventos que se realizan en la biblioteca. También colabora en una guardería de la región, donde su trabajo es diferente: «mi tarea con los pequeños consiste en exponerles a una segunda lengua, les hablo en español, hacemos juegos y cantamos juntos».
Silvia es una joven de 23 años que se describe como una persona curiosa, activa, con muchas ganas de aprender y que quiere ayudar a mejorar nuestra sociedad, que no puede vivir sin un buen libro con el que distraerse y dejar volar su imaginación.
Decidí hacer un voluntariado en Europa porque…
Desde siempre he querido participar un programa de voluntariado. Descubrir el Cuerpo Europeo de Solidaridad fue una suerte para mí, el poder realizarlo en otro país, aprender una nueva lengua y conocer gente de distintos orígenes es una gran oportunidad.
Nos cuenta que en este voluntariado está aportando su entusiasmo, su compromiso y sus valores, compartiendo su optimismo para así crear un buen entorno en el que todas las personas puedan ayudarse y colaborar.
Mi primera impresión de Macerata…
Macerata es un mucho más impresionante de cómo me lo esperaba. A pesar de que se trata de un lugar pequeño es tremendamente bonito. La muralla que la rodea concentra en su interior toda la actividad diaria, las callejuelas, el mercadillo, los teatros, las iglesias y las plazas inundan Macerata. La Biblioteca Comunale es mi lugar favorito, sobre todo la parte antigua y su preciosa decoración. Yo tengo la suerte de verla todos los días. No podría haber acabado en un lugar mejor.
Silvia opina que los italianos y los españoles nos parecemos mucho, lo que le ha facilitado integrarse con la gente del proyecto. Le sorprende favorablemente la acogida que le han brindado en el proyecto, lo bien que se ha sentido y sentirse «como en casa» a pesar de la barrera lingüística.
El principal reto para mí está siendo…
Todas las actividades que realizamos están en italiano. La lengua es el primer reto al que me he tenido que enfrentar, pero desde el inicio del proyecto hemos recibido clases con una maravillosa profe italiana lo que nos ha permitido poder desenvolvernos en esta lengua casi desde el primer día.
Aún así, está superando la barrera lingüística, y afirma que el logro que más ilusión le ha hecho conseguir ha sido el que los peques de 3 años recuerden la letra de canciones en español y que cuando la vean le saluden en un idioma que no es el suyo.
El mejor momento durante el voluntariado hasta ahora ha sido…
He tenido la suerte de compartir proyecto con otras dos voluntarias europeas. Mis mejores momentos en Macerata son con ellas, en nuestro piso, viajando, en las clases de italiano o realizando juntas las actividades. No hay un día en estos dos meses el que no me lo haya pasado bien y es gracias a ellas.
Además de disfrutar de su trabajo en la biblioteca y la guardería y de sus compañeros y compañeras, Silvia está disfrutando la oportunidad de crear vínculos con otras voluntarias europeas que como ella están realizando su voluntariado en Macerata, conviviendo, viajando, aprendiendo y compartiendo sus experiencias.