Mi experiencia en Italia

Ciao! Mi nombre es Laura Consuegra y hoy hace tres semanas que empecé mi programa de voluntariado en Nettuno, una pequeña ciudad a una hora del centro de Roma.

En este artículo me gustaría deleitaros con pequeñas anécdotas que están haciendo de mi experiencia, una aventura inolvidable.

Antes de nada, quiero informaros que en junio de este mismo año terminé mi grado universitario de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, en Madrid. Comencé la carrera con la idea de poder incluir programas deportivos como recuperación ante problemas de salud mental. Una vez finalizada llegué a la conclusión de que había demasiadas áreas que me gustarían estudiar antes de especializarme en una sola.
Es por ello, que decidí empezar mi indagación en pequeños voluntariados cerca de Madrid, para tomarme un tiempo de reflexión sobre mi futuro. De forma inesperada apareció ante mi un programa del que yo desconocía totalmente su posibilidad de desarrollo: “Personas discapacitadas realizan tareas que conlleva una granja como forma de terapia”, ese sería el titular perfecto para resumir mi labor aquí.

Sin pensármelo dos veces apliqué al programa, desconfiando de la posibilidad de que me cogieran (es a nivel europeo… cuanta gente se habrá inscrito… pensaba…) Y un buen día de verano la noticia se hizo real.

14 de septiembre, maletas y al aeropuerto, empezaba mi aventura.

Mis compañeras de voluntariado, Jule y Masha, me recogieron en la estación de Nettuno y me llevaron al que sería mi nuevo hogar para los siguientes nueve meses. Pensé, esto no va a ser solo la granja, voy a llegar con un nivelazo de inglés, habiendo conocido todos los rincones de Italia, y sobre todo a personas maravillosas.

Al día siguiente comenzaba mi nuevo trabajo. No hay que tener miedo a lo desconocido. Afrontar los nuevos retos que surjan, aprender a lidiar con personas discapacitadas en un idioma que no controlas, intentar seguir sus rutinas, conocer que actividades les gustan y cuáles no, son objetivo del día a día en un programa como el que os estoy contando. Experiencias que te enriquecen y te hacen desarrollarte como persona, que ofrecen la posibilidad de poner tu granito de arena y dar lo mejor de ti.

Marina, Antonio, Dani, Gabri, Marcia, Franchi, Valerio… y otros tantos más, serían mis nuevos compañeros de trabajo. Cada día, nuestro coordinador Alessandro nos tiene nuevas tareas preparadas, dar de comer a las gallinas y recoger los huevos, cortar madera, recoger las verduras de la huerta, pintar muebles, pasear a los burros, etc.

Suena difícil de llevar a cabo, si pensáis que todos ellos tienen alguna dificultad física o mental. Pero la satisfacción que da ver como poco a poco entienden la tarea y son capaces de desarrollarla te llena de alegría.

Quiero destacar la tranquilidad y paz mental que ofrece este tipo de programas. En mi caso, los pasados años en Madrid han sido un completo estrés, trabajo, estudios, familia, amigos, deporte… un ir y venir, sin pausa alguna.

Aquí he conocido que no siempre tiene que ser así. Para que os hagáis una idea, mi rutina comienza con un café a las 7:30 (si venís a Italia tenéis que beber café, está 1000 veces mejor), cogemos el autobús a las 8:20. A las 9:00 desayunamos todos juntos en una mesa situada bajo los árboles, teniendo conversaciones mañaneras entre legañas.

A las 10:00 manos a la obra con las tareas, sin ningún tipo de prisa. Pasando un buen rato, quejándonos del calor que hace, riéndonos porque no nos entendemos, cantando… te llena el corazoncito de amor.

 

A las 11:30 hacemos una parada para tomar una fruta (de la huerta obvio), se comenta cómo van las tareas y qué debemos hacer a continuación.
Seguimos hasta la hora de comer. Comemos todos juntos, disfrutando de la calma de la naturaleza, organizando actividades posteriores y aportando nuevas ideas que se puedan desarrollar.
Por la tarde, volvemos a casa y podemos desde descansar hasta ir a la playa a tomar el sol.
¡¡UN CHOLLO DE VIDA!!

 

 

Y es lo que os quiero transmitir con este breve artículo, este tipo de programas están para salir de vuestra zona de confort, para experimentar que la rutina que llevamos no es la única posible, que de vez en cuando un cambio de aires esta bien y le sienta fenomenal a la mente.

A todos aquellos que tengan dudas de si realizarlo o no, soy vuestra señal para hacerlo. No lo penséis dos veces, haced las maletas, despedíos de vuestro círculo, y a la aventura, que los meses pasan volando.

Un saludo 🙂

 

Suscríbete a nuestro boletín

Suscríbete a nuestro boletín para estar al tanto de todas nuestas actividades, oportunidades en Europa y noticias relevantes.

Información básica sobre Protección de Datos

Finalidad: Gestionar el envío de boletines por correo electrónico con información gratuita sobre actividades realizadas por la entidad, oportunidades en Europa y noticias relevantes...

Legitimación: Consentimiento del interesado.

Destinatarios: Las suscripciones se gestionan desde la lista de newsletter.

Derechos: Tiene derecho a Acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional.

Plazo de conservación de los datos: Hasta que no se solicite su supresión por el interesado.

Información adicional: Puede consultar la información adicional y detallada sobre Protección de Datos Personales en nuestra Política de privacidad.